martes, 7 de julio de 2009


¿Quien no quiere vivir sin equipaje?


No tener nombre, no tener familia, no tener un pasado, no tener una identidad que te condicione.


Sin recuerdos podemos construir nuestro futuro sin condicionantes. Nos podemos sentir capaces de lo que sea.


Pero por desgracia, nos han concedido el don de aprehender.

O eso dicen.